El análisis costo utilidad es un tipo de análisis de costo efectividad que estima el costo por año de vida ajustado por calidad. Presenta su fundamento en las medidas de calidad de vida y en la
teoría de utilidad esperada sus ventajas y los problemas derivados de los instrumentos de medición, de su fundamentación teórica, de su
implementación y su falta de convergencia; también se presentan los problemas para adoptar el análisis de costo utilidad, específicamente en lo que tiene que ver con equidad y con la selección de una muestra adecuada.
La principal ventaja del análisis de costo utilidad
está en que, mientras que los análisis de costo-efectividad,
al no tener una unidad de medida
común, no permiten realizar comparaciones entre
patologías, el uso del QALY como medida común
sí permite hacerlo de manera indirecta, una vez
definido un umbral de costo utilidad. Esto introduce
orden en la toma de decisiones, ya que cada
decisión particular usada con el mismo umbral por
QALY, está considerando implícitamente todas las
demás patologías con el mismo rasero. Ello puede
ser útil en situaciones en las que los grupos de
presión son poderosos y podrían influir a su favor
decisiones relativas a casos particulares cuando
estas se basaran en resultados no comparables.
La metodología de costo utilidad ha sido
usada con éxito en algunos países desarrollados,
la experiencia de su uso en países en desarrollo es
escasa El buen desempeño en países desarrollados
de una determinada política o instrumento de
política no es suficiente para garantizarlo para otro tipo de países. Por tal razón esta sección presenta
algunos de los problemas relativos a los QALY
que deben ser tomados en cuenta en un país en
desarrollo antes de decidir si la adopción del costo
utilidad es recomendable o no.
En general, el análisis de costo utilidad favorece
a unos ciudadanos sobre otros (por ejemplo a los
más jóvenes sobre los más viejos), lo cual introduce
problemas éticos y distributivos [63-64]. Dadas las
bases utilitaristas de los QALYs, su uso en el análisis
económico consiste en ser objeto de maximización
para la población sin considerar cómo se distribuyen
esos beneficios entre grupos de esa misma población,
asumiendo implícitamente lo que se conoce
como el supuesto de neutralidad distributiva [65].
No parece conveniente introducir esta clase de
decisiones, sin que al menos exista deliberación
pública acerca de sus implicaciones en este sentido.
El análisis de costo utilidad, basado en QALY, ha
sido el resultado de un prolongado esfuerzo por
encontrar una unidad de resultado que tuviera tanto
una fundamentación teórica como aplicabilidad
práctica. La investigación en esta área continúa,
toda vez que hay diversidad de metodologías de
estimación y no todas convergen. Su aplicación en
un país en desarrollo debe tomar estos elementos en
cuenta y las implicaciones en términos de equidad.
Con el fin de evitar la aplicación ciega de un
instrumento se hace necesario conocer y tomar en
cuenta las bases conceptuales de los QALY y sus
límites. La literatura de más de tres décadas sobre
el tema contiene análisis que permitirían avanzar
de una manera sólida hacia la adaptación del
instrumento a las circunstancias de
modo que sea de utilidad en la toma de decisiones.
Hacer caso omiso de la experiencia acumulada en
este campo podría conducir a cometer errores ya
superados hace tiempo por otros países.
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